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miércoles, 21 de abril de 2010

"Encuentro con las ànimas"

Esta publicaciòn fue tomada de un estudio realizado en el Cementerio Central de Bogotà en el àrea de psicologìa, de la señora Gloria Inès Pelàez, Investigadora Independiente.



Cada 1 de noviembre, DÍA DE LAS ÁNIMAS, la celebraciòn se toma las naves del cementerio y en su interior se vive una fiesta. Algunas agremiaciones que poseen mausoleos para sus afiliados citan a sus miembros y éstos, como una obligación con
los suyos, deben acompañar a los muertos en ese día. En algunas oportunidades, el licor anima el rato durante el que festejan con sus compañeros. Los muertos viven, aunque de otra manera, y con ellos se establece una comunicación particular; de no
ser así, no podría ejercerse el intercambio de bienes y servicios que permite la relación ventajosa para los dos mundos: el de los vivos y el de los muertos.

Todos los visitantes, tanto los de los fines de semana como los de los lunes, día especial de visita por ser el día indicado por el ritual, participan de la creencia en el ánima sola o más desamparada y a ella, de preferencia, dirigen sus oraciones.

La comunicación con las ánimas se establece como si se tratara con un ser vivo: al llegar a la tumba se dan golpes sobre ella en señal de llamado y saludo, se le entregan las flores colocándolas sobre la lápida o se colocan en los floreros, se dejan encima, a veces en forma de cruz; si no se llevan flores se arreglan y riegan las que se encuentran allí. Se enciende el manojo de velas de cebo y se rezan las oraciones. Al marcharse pueden tomarse algunas flores, no las que se han llevado; se apagan las espermas frotándolas, haciendo cruces sobre la tumba y se dan algunos golpecitos en señal de despedida. La devoción a las ánimas es muy milagrosa pero requiere cierto cuidado, pues si no se cumplen las novenas, tal y como se promete y lo exige el ritual, pueden enojarse. La comunicación con ellas está moldeada por unos pasos, pero existe cierto margen en el que los creyentes crean sus propias celebraciones y animan a otros para que los imiten, dándose espacios momentáneos de improvisación.

Frente al mausoleo de la familia Kopp, donde una estatua de bronce representa a un hombre pensativo y sus fieles creen ver en ella la figura de su milagroso, “don Leíto”, una mujer esparce agua entre los devotos que hacen fila y esperan hablarle al oído para contarle sus penas. La mujer obliga a todos a que se arrodillen y a que caminen así hasta llegar a la estatua; mientras se desplazan con gran dificultad, ella les tira el agua bendita que ha traído en una botella y reza a grandes voces. Promete volver cada lunes y anuncia a los creyentes que recibirán su bendición
de nuevo.


Tomado de: www.icanh.gov.co/?idcategoria=1531&download=Y

Beatriz González interviene los Columbarios del Cementerio Central


En los columbarios del Cementerio Central de Bogotá, la artista Beatriz González ha cubierto los tenebrosos, solitarios y abandonados nichos de los NN con dibujos que invitan a acercarse. Al hacerlo se observan las figuras de cargueros, pero no de aquellos que durante el siglo XIX transportaban gente por trochas y precipicios. Los cargueros del presente cargan muertos.

Los temas de la artista bumanguesa siempre han detonado por alguna nota de prensa y este, titulado Auras anónimas, no es la excepción. En 2003, el proyecto de erradicación manual de plantas de coca en Vistahermosa (Meta) parecía un buen ejemplo de trabajo mancomunado entre campesinos y combatientes reinsertados, pero todo se vino abajo cuando fueron asesinados por la guerrilla. Solo un grupo de hombres se resistió al miedo y fue a buscar sus restos desperdigados.

Esa imagen, captada por la prensa, movió las entrañas de González, quien de ahí en adelante se dedicó a dibujarlos y convertirlos en íconos del presente de Colombia.

Los dibujos de estos hombres que cargan la muerte hoy decoran 9.000 lápidas olvidadas en el ‘cementerio de los pobres’ y restituyen su memoria. “Que sean tantos tiene una intención ¿explica la artista¿: en este país hay que repetir las cosas mil veces, pero con ojos de presente y no de pasado”. Y es que para ella es muy distinto hacer un parque con estatuas neoclásicas, que no apelan a la memoria colectiva pues nadie puede reconocerse en ellas, a hacerlo con una imagen que es símbolo de una época triste y que no le es ajena a los colombianos.

Eso fue lo que, de hecho, ocurrió con el dibujo que hizo de la líder comunitaria Yolanda Izquierdo, basado en una foto que le fue tomada por un periodista mientras denunciaba el despojo de sus tierras. La gente intervino la obra, se apropió de ella, la volvió símbolo de una tragedia. “En lugar de morir en la basura luego de ser leía en el periódico, esa imagen, esta noticia, adquirió otra dimensión y se fue a otros ambientes más amplios ¿recalca González¿. Más que el artista como persona, es la obra la que resuena”.


Noticia Completa: http://esferapublica.org/nfblog/?p=8326

martes, 13 de abril de 2010

JULIO GARAVITO: "EL DEL BILLETE DE 20 MIL PESOS"


Más conocido por los creyentes como el personaje del billete de 20 mil pesos, se le
atribuyen favores relacionados con la abundancia del dinero, sin embargo los devotos no dAN detalles de su historia en vida y visitan por recomendación de otros creyentes como por ejemplo comenta una visitante que llega por primera vez “de una casa espiritista me mandaron acá”.
Veladoras, agua bendita y flores como las ofrendas mas comunes a este personaje.
Las flores son de variados colores, sin embargo son las azules las preferidas por sus
seguidores ya que “así son los billetes de a 20.000 mil pesos”. También se observa cera regada por los alrededores de la tumba, que es recogida por algunos de los visitantes.
Dentro del ritual las personas caminaban alrededor de la tumba, tocando con
lgunos golpecitos la parte de arriba y frotando sus billetes, según uno de los visitantes, para que “su dinero fuese más rendidor” y según un vigilante “la gente trae sus billetes los soba en la tumba y dicen que la platica que rinde, que lo de un mes les dura dos meses, entonces para eso vienen aquí” Finalmente los visitantes realizan su oración.

Tomado de: http://etnicografica.files.wordpress.com/2010/01/muertos_milagrosos.pdf

TUMBAS MÁS VISITADAS EN EL CEMENTERIO CENTRAL DE BOGOTÁ

MAS MILAGROS: LAS HERMANAS BODMER


Siguiendo el recorrido por el cementerio, y muy cerca de Leo Kopp, otra estatua en bronce llama la atención. Es la de dos niñas cogidas de la mano, una arrodillada y la otra de pie, la estatua de las hermanas Bodmer.

Cuenta la historia que Elvira y Victoria Bodmer fueron dos hermanas que nacieron con un año de diferencia y se convirtieron en símbolo de fe popular porque murieron el mismo año, en 1903, con un día de diferencia tras sufrir una extraña enfermedad denominada “sangre azul”. Una madre cuyo hijo sufría el mismo mal que las pequeñas visitó el cementerio y les pidió por la salud del menor, al poco tiempo la extraña enfermedad misteriosamente desapareció del niño.

Es por esto que muchos visitantes les llevan flores blancas como símbolo de pureza e inocencia y les piden por la salud de los niños. A las pequeñas las consideran ángeles y las veneran como tal, porque como está inscrito en su tumba: “fueron las delicias del hogar”.

Tomado de: http://www.samuelalcalde.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2040%3Asec-hacienda&Itemid=29

MITO DE LEO KOPP



En el cementerio central de Bogotá se puede presenciar escenas peculiares, tal como sucede en la estatua de bronce del señor Leo Kopp (millonario fundador de la empresa cervecera Bavaria en Colombia)en donde un grupo de personas espera turno para hablar al oído de la estatua. Éste personaje recibe a diario docenas de personas quienes le prometen brillar y limpiar su tumba con el fin de recibir un "favor" a cambio, tal como estabilidad económica, salud, una casa, entre otros, todo estos debido a que en vida Leo Kopp fue muy bondadoso con los demás y por consiguiente, después de muerto, sus creyentes aseguran que lo continúa siendo.

Al interrogar a algunas de las personas que acuden a ésta tumba se reciben respuestas como las siguientes: "El señor Kopp hace milagros". "Uno cuenta sus problemas y el señor Kopp ayuda a resolverlos". El señor Kopp ayudó a conseguir trabajo a mi primo".

Éste tipo de eventos hace que el Cementerio Central, a demás de su imponente arquitectura y la historia que en él se concentra, tenga un atractivo mayor... "Personajes que hacen milagrosos".

Basado en la información concentrada en: http://www.lablaa.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti5/bol16/mitos.htm
http://leokoppdigital.blogspot.com/

domingo, 4 de abril de 2010

martes, 30 de marzo de 2010

"Un diseño exclusivamente colombiano"


En 1830, por orden de Santander, Pío Domínguez construyó el Cementerio Central siguiendo el diseño original que, en 1791, el ingeniero español Domingo Esquiaqui había hecho. “Como Bogotá está construida en forma de cuadrícula, el cementerio se construyó ovalado para distinguir la ciudad ‘terrena’ de la ciudad ‘divina’”, afirma Escobar. Por eso, “si uno mira los cementerios de todo el mundo se da cuenta que sólo en Colombia son ovalados”, concluye.

Sin embargo, las personas eran reacias a enterrar sus muertos lejos de la iglesia por temor a que no llegaran al cielo. Por eso los acaudalados, previo acuerdo con el sacerdote, pagaban una suma de dinero para que, el día de su muerte, se enterrara en el cementerio un ataúd lleno de piedras que la familia lloraba en público y, en la noche, el verdadero cadáver iba a parar a los osarios de la iglesia. Por eso, para dar ejemplo, Santander fue enterrado en el cementerio y, con él, las personalidades del país. Sin embargo, las tumbas se organizaron de tal forma que, los ricos e ilustres se enterraran cerca al óvalo que significa la ascensión de las almas al cielo, mientras que los más pobres eran sepultados lejos del anillo. Esta organización social en el cementerio prevalece.

Tomado de: http://www.conexioncolombia.com/20050904599/Colombiano-es/Hasta-la-muerte-tiene-estrato.html

lunes, 22 de marzo de 2010

Estratificación y significados del Cementerio Central


El Cementerio Central fue puesto al servicio en 1836, y se organizó de tal forma que se destinaron diferentes zonas para la inhumación de los cuerpos según su condición social:
- El Ovalo Central, inaugurado con el entierro del General Santander sirvió para dar sepultura a los personajes ilustres.
- El anillo proyectado por Esquiaqui albergaba las bóvedas que servirían de sepultura originalmente a perpetuidad a quienes deseaban que su última morada se asemejara a los muros de una iglesia.
La capilla del Cementerio, se terminó en 1839 pero solamente fue puesta al servicio en 1842, año en el que se creó el cargo de capellán del cementerio, también a partir de ese momento se inició el arreglo de la Alameda Central, de los jardines y de los senderos y manzanas. Se empezaron entonces a construir los diferentes mausoleos familiares que datan desde la segunda mitad del siglo XIX; el Cementerio se fue convirtiendo entonces en "el sitio más cuidado de la ciudad, con sus bellos jardines, flores y blancos monumentos a la sombra de grandes árboles cultivados con esmero".
Llama la atención la forma que se le dio al cementerio desde su proyección:
- El óvalo se contrapone a la cuadrícula de la planta de organización de la ciudad, y así como el damero colonial se considera como un símbolo del poderío militar y conquistador de los españoles en estas tierras.
- La forma casi circular del cementerio simboliza la ascensión de las almas hacia el paraíso, reproducción de un imaginario propio del catolicismo en la edad media, el cementerio por su forma se diferencia de la ciudad de abajo y evoca la ciudad circular, ideal, de arriba.
- El acceso principal del Cementerio, sitio sobre el que se encuentra la portada principal del óvalo diseñada por Julián Lombana hacia el año de 1910, fue concebido como una plazoleta que constituía el destino final del cortejo fúnebre, alrededor de la cual desfilaba la carroza y que tenía como especial amoblamiento una tribuna desde la cual se leía el discurso de despedida al difunto. La congregación debía luego permanecer en la plazoleta y únicamente los familiares más allegados podían acompañar el féretro hasta su tumba al interior del Cementerio.

En la década de los 60 aparecen nuevos modelos de jardines–cementerios en el extremo norte de la ciudad, y los usuarios más pudientes, quienes velaban antiguamente por el buen mantenimiento del sitio, abandonan sus mausoleos en el Cementerio Central. A pesar de todo esto, el Ovalo Central sigue siendo considerado como el "panteón nacional" y en su interior se siguen enterrando a las más importantes personalidades de la vida pública y política del país.

Tomado de:http://www.lablaa.org/blaavirtual/exhibiciones/monu/mn_71.htm

Cementerio Central: Diseño, arte e historia contadas por objetos, grandes personajes y lugares poco nombrados


La fiesta de la muerte es generadora de múltiples lecturas. Cada individuo elabora una significación personal y autónoma de ella. Sin embargo, pocos piensan en su valor testimonial, que actúa como retrato del desarrollo, la historia y la cultura del país. El Cementerio Central de Bogotá nos transporta a una urbe que a pesar de estar habitada por difuntos tiene vida propia.

A mediados del siglo XVI, el hospital San Juan de Dios fracasó en su intento de sepultar a los muertos y de evitar la posible propagación de epidemias. Para la época, los difuntos eran enterrados especialmente en los conventos y en las iglesias, situación que agravó las condiciones de salubridad, sobre todo en las zonas urbanas. Finalmente el 30 de abril 1787 se prohíbe esta forma de inhumación por orden del rey Carlos II de España.

En 1791 se construye La Pepita, primer cementerio local trazado por el ingeniero Domingo Esquiaqui. Su plano se reutilizaría en 1825 para el levantamiento de otro campo santo para la ciudad, El Cementerio Central. El gobernador de Cundinamarca Rufino Cuervo y el general Francisco de Paula Santander promoverían, a través de un mandato del Cabildo, su creación con el objetivo de sepultar a los ingleses caídos en las batallas por la independencia de Colombia y para que atendiera las necesidades de Bogotá.


El Cementerio central fue construido junto con otros equipamientos tales como el matadero, la cárcel y los hospitales. La capilla fue realizada en 1839 y la portada del cementerio diseñada en 1910.

Tomado de: http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/php/x_frame_detalle.php?id=16945
http://www.bogotaturismo.gov.co/atractivos/atractivos_arquitectonicos/religiosos/zona_centro_chapinero.php

¿Qué es una necrópolis?


Una necrópolis es un cementerio o lugar destinado a enterramientos. Etimológicamente significa ciudad de los muertos, pues proviene del idioma griego: necro, muerte, y polis, ciudad. El término se emplea normalmente para designar cementerios pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones.
Las necrópolis han sido construidas por varias razones; a veces puramente religiosas. El Valle de los Reyes, en Egipto es un claro ejemplo. Otras culturas crearon las necrópolis en respuesta a la prohibición de practicar enterramientos en los límites urbanos. Los caminos que salían de los pueblos fueron adornados con monumentos funerarios, especialmente en el Imperio Romano. Puede verse un ejemplo en la Vía Apia, en Roma, Italia.
Durante el siglo XIX las necrópolis gozaron de un resurgimiento espoleado por la moda victoriana, con grandes y elaborados monumentos.
La palabra es utilizada en ocasiones en la literatura fantástica. En estos casos las necrópolis son grandes y siniestros cementerios habitados por zombis y/u otros muertos vivientes.

La necrópolis a la que voy a hacer referencia en éste blog está actualmente ubicada en la localidad de Los Mártires, sobre la calle 26 con carrera 16 y corresponde al lugar de descanso de los restos de una gran cantidad de personajes reconocidos en la historia del país. Entre ellos se encuentran los expresidentes Gustavo Rojas Pinilla, Rafael Reyes, Eduardo Santos, Alfonso López Michelsen, Miguel Antonio Caro, Laureano Gómez, Virgilio Barco y Enrique Olaya Herrera; el poeta Rafael Pombo, el astrónomo Julio Garavito, el prócer Francisco de Paula Santander, el candidato a la presidencia asesinado Luis Carlos Galán, el monumento a Guillermo Jiménez de Quesada y el comandante del M-19 Carlos Pizarro. De igual manera, el actual Parque del Renacimiento, antigua periferia del Cementerio alberga en su suelo los restos de varios colombianos que perdieron su vida durante el Bogotazo el 9 de Abril del 48.


Tomado de: http://diccionario.sensagent.com/necropolis/es-es/
http://antropologiaobjetojuan.blogspot.com/2009/03/el-cementerio-central-koimeterion-de-la.html